Es solo un estado de ánimo.
Cuando te sientes incomodo contigo mismo, cuando el de al lado te molesta, no por nada, solo por su innata presencia, cuando el mero hecho de que una puñetera puerta se abra, y ello te motive para pegarle una gran patada, cuando todo eso ocurre, amigo mío, la gota ha colmado su vaso, paso el tiempo de la tolerancia, pasaron de largo las sonrisas, cayeron las esperanzas, se olvidaron las voluntades, el fin es, "ensimismo" violento, de hecho o de palabra, o de palabra tras el hecho, tan solo un nivel exacto de violencia, calculado sin cuidado, deja tantas emociones crispadas, sin sentido, sin importancia, pero tras ellas siempre está la víctima, el que más se preocupa, el más voluntarioso, el más sensible, la victima esta predestinada de antemano a serlo, a ser el blanco de injusticias varias, por el contrario el que ejerce su violencia , lo hace por distintas causas, entre ellas es el miedo a aquella, otras es al propio, y otras, las mas son su pura incompetencia, labrada con varios años de prácticas.
Al fin determino que una buena cerveza, pueda calmar tanta desgracia , tanta ira contenida, tanta mete pata, y poco a poco, a medida que esa sustancia, hace sus mágicos efectos, veo que aquel que estaba , y antes me molestaba,ya no lo hace, y crecen ganas de compensar la incomodidad creada, es más, hasta vislumbras un detalle, una gracia, una razón que te obliga a darle tu amistad inmediata, tu apoyo incondicional, donde dije no, hoy digo que vaya, y al cabo de un corto tiempo, hago de aquel, antes odiado, mi gran amigo del alma, y resarcido del agravio , vuelvo en si a la bebida, néctar del consuelo, bálsamo de inquietudes, y retomo mi vida , para adelante, sin víctimas, y con una melopea agrandada, retornar a mi redil, a mi estancia, y allí quedo postrado , feliz de felicidad, calmado de calma, somnoliento, agotado con la lucidez básica, es lo que se dice, en reserva automática, dormido quedo, sin concebir más viajes astrales, mas experiencias innatas.
Pasados varios días, del séptimo mes del año de mi holocausto.
sábado, 24 de julio de 2010
jueves, 15 de julio de 2010
Y otra vez
Estaba en un supermercado de Kabul, con otro compañero, comprando zumos y algo de comida, había mucha gente, entre esta, vi la presencia, siempre inquietante de una burka de color negro, me llamó la atención, eso es todo, no le concedí mayor importancia, supongo que me he acostumbrado a ver a esas presencias.
Al cabo de unos minutos de buscar y rebuscar los zumos, el destino eligió que me encontrara de nuevo, esta vez frente a frente, con la burka de color negro, esta se situó frente a mí, obstaculizándome el paso, yo baje la vista al suelo, sé que no se les debe mirar insistentemente a los ojos , ella misma o algún imbécil, puede pensar que soy del tipo ese tan comun en estas tierras de sádico violador que fuerzan a sus victimas a traves de los ojos, la burka, se bajo el velo que le cubría la cara, y vi una sonrisa demacrada, pero tremendamente humana, era Nadia, solté a medias un “ me cago en D….”, no, no lo termine, lo que faltaba, que alguien me escuchara blasfemar, y ya solo tendría que elegir el tamaño de piedra para mi lapidación por blasfemo , las casualidades existen pensé, me sonrió, iba acompañada de un hombre que aunque vestía a lo occidental, resultaba obvio que no lo era,no hablo en ningun momento conmigo, Nadia me saludo, no nos rozamos y a un metro de distancia , como mandan las costumbres, hablamos, le pregunte por el documental , me conto que solo le faltaba un día para acabarlo y que al día siguiente si todo salía bien, marchaba para Dubái, y desde allí hacia Barcelona.
La dije que la había escrito un correo, me contesto que me lo agradecía, pero que hasta que no llegase a Barcelona, no podía verlo, me prometió contestarme, y mandarme una copia del documental, que en cuanto lo tenga os lo facilitare.
Ella se cubrió nuevamente el rostro y nos despedimos, ojala los hados del Norte te sean propicios amiga mía y vuelvas con la misma libertad que cuando partiste de aquella tierra de infieles.
Me volví, para verla alejarse, es curioso pensé, La burka, les rodea de un halo, como os diría, a, si, ya se, ¿os acordáis de aquella película del espacio?, la Guerra de las Galaxias, ¿ cómo se llamaba aquel malévolo personaje vestido de negro que tenia una mala baba de espanto?, ya Darth Vader, pues imaginaros a este, levitando mientras se aleja de vosotros, esa es la impresión que dan estas mujeres vestidas con la burka, parece que la fuerza de la gravedad no fuera con ellas (claro como no la conocen).
De todas formas os prometo no beber más el té que me hace Said Saber por las mañanas, acompañado de nueces y pasas dulces, y aunque resulta exquisito, creo que me sienta un poco raro.
Por cierto es posible que breve, tenga que cerrar el blog una temporada, ya sabeis por vacaciones, pero esto… ya es otra historia.
By Budy
Al cabo de unos minutos de buscar y rebuscar los zumos, el destino eligió que me encontrara de nuevo, esta vez frente a frente, con la burka de color negro, esta se situó frente a mí, obstaculizándome el paso, yo baje la vista al suelo, sé que no se les debe mirar insistentemente a los ojos , ella misma o algún imbécil, puede pensar que soy del tipo ese tan comun en estas tierras de sádico violador que fuerzan a sus victimas a traves de los ojos, la burka, se bajo el velo que le cubría la cara, y vi una sonrisa demacrada, pero tremendamente humana, era Nadia, solté a medias un “ me cago en D….”, no, no lo termine, lo que faltaba, que alguien me escuchara blasfemar, y ya solo tendría que elegir el tamaño de piedra para mi lapidación por blasfemo , las casualidades existen pensé, me sonrió, iba acompañada de un hombre que aunque vestía a lo occidental, resultaba obvio que no lo era,no hablo en ningun momento conmigo, Nadia me saludo, no nos rozamos y a un metro de distancia , como mandan las costumbres, hablamos, le pregunte por el documental , me conto que solo le faltaba un día para acabarlo y que al día siguiente si todo salía bien, marchaba para Dubái, y desde allí hacia Barcelona.
La dije que la había escrito un correo, me contesto que me lo agradecía, pero que hasta que no llegase a Barcelona, no podía verlo, me prometió contestarme, y mandarme una copia del documental, que en cuanto lo tenga os lo facilitare.
Ella se cubrió nuevamente el rostro y nos despedimos, ojala los hados del Norte te sean propicios amiga mía y vuelvas con la misma libertad que cuando partiste de aquella tierra de infieles.
Me volví, para verla alejarse, es curioso pensé, La burka, les rodea de un halo, como os diría, a, si, ya se, ¿os acordáis de aquella película del espacio?, la Guerra de las Galaxias, ¿ cómo se llamaba aquel malévolo personaje vestido de negro que tenia una mala baba de espanto?, ya Darth Vader, pues imaginaros a este, levitando mientras se aleja de vosotros, esa es la impresión que dan estas mujeres vestidas con la burka, parece que la fuerza de la gravedad no fuera con ellas (claro como no la conocen).
De todas formas os prometo no beber más el té que me hace Said Saber por las mañanas, acompañado de nueces y pasas dulces, y aunque resulta exquisito, creo que me sienta un poco raro.
Por cierto es posible que breve, tenga que cerrar el blog una temporada, ya sabeis por vacaciones, pero esto… ya es otra historia.
By Budy
jueves, 8 de julio de 2010
Nadia , una de tantas
Esta mañana, Qudus uno de los vigilantes que tengo en el exterior, me aviso por radio que había una española en la puerta, inmediatamente observe a través del monitor de circuito cerrado, a una mujer vestida de negro , al más puro estilo Afgano, llevaba la cabeza cubierta, me extraño, incluso pensé que Qudus se había confundido, pero aun así, me fui al control y abrí la puerta, dirigiéndome a la mujer, la indique que pasara, y me quede sorprendido, se trataba de una mujer Afgana, que portaba entre su manos un carnet de Identidad Español, lo mire, la mire a ella, efectivamente, aquella mujer tenia la nacionalidad Española, me fije mas en sus facciones, y me di cuenta que estaba desfigurada, horriblemente desfigurada, tenía parte del rostro, y de la garganta cubierta de una gran cicatriz, como quemada, mantenía su vista en el suelo, como suplicándome, que la dejara pasar, casi pidiéndome perdón por existir.
Iba acompañada de cuatro españoles, y un afgano, portaban cámaras y útiles de grabación, tras cachearlos, les deje entrar y llame al funcionario con el que tenían que reunirse.
Varios minutos después, volvieron nuevamente al control, y me despedí de ellos, sin prestar mayor importancia, viendo como salían de la embajada.
No habían pasado más de cinco minutos, cuando Qudus, me aviso otra vez por radio que había una española en la puerta, mire a través de la cámara, y vi a la misma mujer que poco antes había salido de la embajada, fui al control de nuevo, y rápidamente la metí dentro del recinto (Los occidentales, y mucho menos los españoles, tienen que estar fuera el mínimo tiempo indispensable, en previsión de evitar un ataque), pensé que se le había olvidado algo, pero me dijo que no, me aclaro que había llegado alli en un vehículo, con un conductor, pero este se había marchado, y aunque las personas con las que había salido de la embajada, llevaban un todo terreno , con plazas libres, ella no podía sentarse al lado de un occidental, ya que si les paraba la policía, la insultarían, y probablemente la dieran una paliza.
Mientras me contaba esto, estuve mirándola fijamente, la mujer, estaba totalmente acojonada (perdonad por la expresión), la pedí que por favor, entrara en el recinto de la embajada, saque una silla y la indique que se sentara.
Observe que estaba nerviosa, mirando de un lado para otro, como casi temiendo que le fuera a ocurrir algo.
La ofrecí agua, que acepto, y pareció tranquilizarse un poco, intente charlar con ella de cosas vánales, ya sabéis, el tiempo, el calor, el polvo de Kabul, en fin lo normal, pero mi curiosidad fue mas allá y pregunte, como había adquirido la nacionalidad española, y me conto…
Su nombre es Nadia , me dijo que hace unos trece años, su hermano, fue asesinado por el régimen talibán, un día la ciudad fue bombardeada, con tal mala suerte que una bomba cayó cerca de su casa, parte de la explosión la alcanzo, ocasionándola graves heridas, en el rostro y cuerpo, por las que fue ingresada urgentemente en el Hospital de Kabul, allí su cuidado y recuperación se alargaron muchos meses.
Por aquel tiempo los talibanes había prohibido que las mujeres salieran a trabajar, ademas en la explosión también habia sido herido su padre, y sin varones mayores en la familia , no se podía ganar dinero para comer. Nadia aprovechando que aun se encontraba en el hospital, decidió hacerse pasar por chico para poder trabajar, suplantado la personalidad de su hermano asesinado.
La historia que me contaba pausadamente, estaba desprovista de cualquier tipo de protagonismo, es más, en algún momento daba la impresión que Nadia hablaba de otra persona, aunque él solo mirarla me convencía al instante de lo contrario.
Me conto, que una ONG catalana, le había brindado la oportunidad de viajar hasta Barcelona, allí le hicieron la cirugía estética, qué consistió según he sabido después, en la reconstrucción del cráneo, del oído y la implantación de pelo.
Actualmente vivía con un matrimonio catalán que la había recogido, una productora de allí, la había ofrecido hacer un documental sobre su vida, ella acepto inmediatamente, ya que con el dinero que le pagan, podía ayudar a su familia , siendo ese el motivo de su vuelta a Kabul.
La mire nuevamente a sus grandes ojos negros, no sé que me paso, pero por un instante me identifique con el dolor que esta mujer había padecido y que aun emanaba de ella, , si hubiera podido, le habría dado el mundo, a modo de resarcimiento , sentí rabia, una inmensa rabia.
Me avisaron que había llegado su coche, yo no sabía que decir, le pedí su dirección de correo, le dije que la escribiría, que siguiera adelante, que me parecía una gran mujer, me disculpe por no haberla podido llevar al interior de la embajada para que estuviera más cómoda, me respondió con un sonrisa, me dijo que el solo hecho de tratarla como un ser humano, le había alegrado el día.
Le di la mano, y salí delante de ella al exterior, con mi fusil , agarrándolo con fuerza, buscando que algún imbécil intransigente pagara algo de la injusticia que aun reina en esta Capital, la acompañe hasta el coche , abrí la puerta, consciente de lo que estaba haciendo , incitando que tanto los transeúntes, como los que estaban parados en sus vehículos en la carretera, entre en el caos circulatorio, miraran la escena , con sorpresa , con desprecio, con odio , el hecho de que un occidental abriera la puerta de un coche a una mujer Afgana, catalogaba a esta de “ Cusi “ ( zorra) , en otro tiempo por este hecho a ella la hubieran lapidado a la antigua usanza, en el campo de futbol de Kabul , cerré la puerta del vehículo, Nadia me dirigió una sonrisa desde su interior y yo mire a la gente , provocando a los sectarios intolerantes y a cuantas miradas me dirigían ,nadie sostuvo la mirada de este infiel occidental ,que trataba a una mujer como un ser humano entre hienas, mejor para ellos.
El vehículo de Nadia , desapareció entre el trafico, y volví a mi vida normal
By Budy
Iba acompañada de cuatro españoles, y un afgano, portaban cámaras y útiles de grabación, tras cachearlos, les deje entrar y llame al funcionario con el que tenían que reunirse.
Varios minutos después, volvieron nuevamente al control, y me despedí de ellos, sin prestar mayor importancia, viendo como salían de la embajada.
No habían pasado más de cinco minutos, cuando Qudus, me aviso otra vez por radio que había una española en la puerta, mire a través de la cámara, y vi a la misma mujer que poco antes había salido de la embajada, fui al control de nuevo, y rápidamente la metí dentro del recinto (Los occidentales, y mucho menos los españoles, tienen que estar fuera el mínimo tiempo indispensable, en previsión de evitar un ataque), pensé que se le había olvidado algo, pero me dijo que no, me aclaro que había llegado alli en un vehículo, con un conductor, pero este se había marchado, y aunque las personas con las que había salido de la embajada, llevaban un todo terreno , con plazas libres, ella no podía sentarse al lado de un occidental, ya que si les paraba la policía, la insultarían, y probablemente la dieran una paliza.
Mientras me contaba esto, estuve mirándola fijamente, la mujer, estaba totalmente acojonada (perdonad por la expresión), la pedí que por favor, entrara en el recinto de la embajada, saque una silla y la indique que se sentara.
Observe que estaba nerviosa, mirando de un lado para otro, como casi temiendo que le fuera a ocurrir algo.
La ofrecí agua, que acepto, y pareció tranquilizarse un poco, intente charlar con ella de cosas vánales, ya sabéis, el tiempo, el calor, el polvo de Kabul, en fin lo normal, pero mi curiosidad fue mas allá y pregunte, como había adquirido la nacionalidad española, y me conto…
Su nombre es Nadia , me dijo que hace unos trece años, su hermano, fue asesinado por el régimen talibán, un día la ciudad fue bombardeada, con tal mala suerte que una bomba cayó cerca de su casa, parte de la explosión la alcanzo, ocasionándola graves heridas, en el rostro y cuerpo, por las que fue ingresada urgentemente en el Hospital de Kabul, allí su cuidado y recuperación se alargaron muchos meses.
Por aquel tiempo los talibanes había prohibido que las mujeres salieran a trabajar, ademas en la explosión también habia sido herido su padre, y sin varones mayores en la familia , no se podía ganar dinero para comer. Nadia aprovechando que aun se encontraba en el hospital, decidió hacerse pasar por chico para poder trabajar, suplantado la personalidad de su hermano asesinado.
La historia que me contaba pausadamente, estaba desprovista de cualquier tipo de protagonismo, es más, en algún momento daba la impresión que Nadia hablaba de otra persona, aunque él solo mirarla me convencía al instante de lo contrario.
Me conto, que una ONG catalana, le había brindado la oportunidad de viajar hasta Barcelona, allí le hicieron la cirugía estética, qué consistió según he sabido después, en la reconstrucción del cráneo, del oído y la implantación de pelo.
Actualmente vivía con un matrimonio catalán que la había recogido, una productora de allí, la había ofrecido hacer un documental sobre su vida, ella acepto inmediatamente, ya que con el dinero que le pagan, podía ayudar a su familia , siendo ese el motivo de su vuelta a Kabul.
La mire nuevamente a sus grandes ojos negros, no sé que me paso, pero por un instante me identifique con el dolor que esta mujer había padecido y que aun emanaba de ella, , si hubiera podido, le habría dado el mundo, a modo de resarcimiento , sentí rabia, una inmensa rabia.
Me avisaron que había llegado su coche, yo no sabía que decir, le pedí su dirección de correo, le dije que la escribiría, que siguiera adelante, que me parecía una gran mujer, me disculpe por no haberla podido llevar al interior de la embajada para que estuviera más cómoda, me respondió con un sonrisa, me dijo que el solo hecho de tratarla como un ser humano, le había alegrado el día.
Le di la mano, y salí delante de ella al exterior, con mi fusil , agarrándolo con fuerza, buscando que algún imbécil intransigente pagara algo de la injusticia que aun reina en esta Capital, la acompañe hasta el coche , abrí la puerta, consciente de lo que estaba haciendo , incitando que tanto los transeúntes, como los que estaban parados en sus vehículos en la carretera, entre en el caos circulatorio, miraran la escena , con sorpresa , con desprecio, con odio , el hecho de que un occidental abriera la puerta de un coche a una mujer Afgana, catalogaba a esta de “ Cusi “ ( zorra) , en otro tiempo por este hecho a ella la hubieran lapidado a la antigua usanza, en el campo de futbol de Kabul , cerré la puerta del vehículo, Nadia me dirigió una sonrisa desde su interior y yo mire a la gente , provocando a los sectarios intolerantes y a cuantas miradas me dirigían ,nadie sostuvo la mirada de este infiel occidental ,que trataba a una mujer como un ser humano entre hienas, mejor para ellos.
El vehículo de Nadia , desapareció entre el trafico, y volví a mi vida normal
By Budy
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