lunes, 14 de junio de 2010

Solo es un momento

Desde determinadas perspectivas, se pueden imaginar los actos que ocurren fuera de nuestro entorno, como cosas raras, inconcebibles en nuestra seguridad, y poco menos que increíbles, estas sensaciones no son más que el ánimo racional que llevamos dentro que se niega a asimilar sucesos, hechos, y vidas con los que nunca nos rozaremos, y de los que nunca entraremos en contacto.

Hablo, de lo que veo, lo que percibo, de las costumbres de este pueblo bajo mi mirada occidental y tremendamente hereje

EL TERRORISTA

Hace unas horas, había salido a la zona perimetral de la embajada, “para cambiar de aire “ tras rebasar el umbral de la puerta, inmediatamente me resguarde en un soportal que da acceso a la delegación , miraba el tráfico rodado que pasa junto al edificio, estaba “charlando “, con el guardia de turno, llamado Noorm ,bueno más bien estábamos uno al lado del otro, sujetando nuestro armamento, como si en cualquier momento tuviéramos que usarlo, previamente habíamos intercambiado las frases de cortesía , Sobajai, ( Buenos días) llevándote la mano al corazón, , Jubas (estas bien), estrechándonos las manos, Jubas taun (yo bien), Dasacor ( gracias), cerca de nosotros, ha pasado un individuo de unos cincuenta años, vistiendo una túnica de tono beige y motivos en color gris, , sombrero típico Afgano y barba a lo Talibán, ( la medida de un puño ), bien nutrido, con aspecto, frio , distante, como quien se sabe que está por encima de todo aquello que le rodea, de hecho y cosa bastante curiosa, no se ha dignado ni a mirarnos, le acompañaban dos guardias armados de seguridad .
Noorm señalándolo discretamente con el cañón de su Ak-47 , me ha susurrado , Al Qaeda…. Al Qaeda, el individuo tranquilamente ha seguido su camino, desapareciendo de nuestra vista, le he seguido con mi mirada insistentemente, incrédula, intentado percibir algún tipo de información, de pista, de respuesta, que se yo, algo. que justifique voluntades .No llego a concebir como un elemento perteneciente a esa organización terrorista pueda deambular a plena luz del día, por la ciudad de Kabul y a pocos metros de un control policial –

LAS CALLES

En determinadas calles de Kabul, hay una gran multitud de tiendas, “estilo europeo”, que pudieran pasar por las tiendas de los años cincuenta en Madrid, tienes de todo: venta de trajes de novia,(al más puro estilo occidental) zapaterías, sastres a medida, venta de teléfonos, tiendas de frutos secos, Un pastelería (bien limpia por cierto, y cuyos pasteles están deliciosos, cuestan más o menos unos cuatro dólares el Kilo )
Sin embargo tras las tiendas, multitud de puestos, entre ellos, abundan los de venta de alimentos, zanahorias, patatas fritas, pollo, cordero, cada puesto tiene un especial aroma, sin embargo, junto a ellos, en el suelo y paralelo a la carretera donde circulan los coches levantando mas polvo, están las conducciones de aguas fecales, abiertas, y cuyo hedor se entremezcla con los aromas de los alimentos, emanando en su conjunto una pestilencia que hace difícil el respirar, si confluyes además con un puesto de venta de carne, cuya esencia raya la descomposición, bien puedes decir que si aguantas sin vomitar , o has estado en homicidios o eres tu el que está muerto.

LOS NIÑOS

La verdad que a cada paso que damos, sobre todo en el centro de la ciudad , pero en especial en la salida de los supermercados, te las tienes que enfrentar con una retahíla de niños y niñas, de edades comprendidas entre cuatro y diez años, que insistentemente te piden dinero, y te tratan de vender chicles ( procedentes de las bases Americanas), o cualquier otra cosa, digo insistentemente porque si por ejemplo has dejado tu vehículo a cien metros de la tienda, los niños te siguen machaconamente, tozudamente , repitiéndote su mensaje memorizado mil veces, ,harto repetido , como si de una oración del Corán , se tratara, a pesar de la tristeza que me causa el verlos ( la verdad es que me los llevaría a todos para España), dicen los aquí entendidos que son unos atenticos maestros en ponerte caras removedoras de conciencia, , nos aconsejan que no les demos nada, ya que el darles algo , a alguno de ellos, supone que el próximo día, cuando te vean, te reconocerán y vas a tener alrededor de ti , no menos de treinta o cuarenta niños, que saben que unos días atrás, en un descuido, te dieron pena y cometiste el tremendo error de darles una miseria de dinero.
Por hoy os dejo, a partir de ahora intentare escribir más a menudo
Os llevo a todos conmigo
By Budy

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