My cook

Si, efectivamente es mi cocinero, bueno como se dice en el juego ese del "escondite", el mio y el de todos mis compañeros, se llama Yalil, es un hombre pequeñito de "nosecuantos" años, no se si sabeis, que aqui la edad es un engaño

es una mentira despiadada, un hombre de mi edad, a juzgar por la esperanza de vida de los Afganos, deberia llevar muerto hace mas o menos seis años, aqui son ancianos con cuarenta y cinco años.

Yalil, nos prepara multitud de comidas, casi, casi todas buenas, hace pasta con tomate, pollo con tomate o en una especie de salsa de mostaza, que cuando veo el plato, me emociono, y repentinamente me embarga una emocion, que hasta casi se me derrama una lagrima por el ojillo derecho, bueno sentimentalismos aparte, tambien nos hace una especie de filete ruso en salsa, que esto si se lo dejamos en el plato, basicamente por el sabor extraño que aqui tiene la carne, y sobre todo por su procedencia.

Cocina una especie de pure, tambien de color mostaza, que esta muy bueno, no sabria deciros los componentes, pero a estas alturas, casi que pasamos de preguntarlo, guisa judias con garbanzos en salsa agridulce que te mueres de lo bueno que esta, y que hablar de los tomates, aqui tiene un sabor especial, a tomate, a tomate del bueno, no lo que tomamos alli, y de postre platanos, peras y naranjas, la fruta es esquisita.

La semana pasada le compramos la olla a presión que os muestro, un artilugio cuanto menos curioso , no os podeis imaginar lo contento que estaba con la olla, no dejaba de pasarle el trapo limpiando una mota inexistente de tanto hacerlo, tambien le compramos una batidora de cinco velocidades, estaba alucinado , ese dia creo que a Yalil, se le fueron un poco sus preocupaciones.

Todas las mañanas viene a casa, es curioso el termino Casa, mi casa ( parezco a ET), bueno viene como digo a casa, cargado con la compra, que realiza sobre las cinco de la mañana ( a estas horas aqui hace sol), y se pasa toda la mañana cocinando, impregnandonos la casa de unos aromas desconocidos , cuando termina de cocinar, friega los platos, y se sienta un rato con nosotros y nos observa mientras charlamos, a veces creo que nos entiende, solo le veo un pequeño defecto, bueno es un gran defecto, es del Barcelona, y eso creo que no se puede operar.

Yalil fue cocinero del Hotel Serena de Kabul, una especie de cinco estrellas que fue ocupado hace unos años por los de siempre; es un hombrecillo de trato afable, mirada limpia y rasgos mongoles , el otro dia...

Estaba guisando una especie de sopa, atraido por el aroma, me acerque, y como casi es costumbre desde hace unos dias, cogio una cuchara y me dio a probarla, estaba riquisima, sin embargo Yalil se fijo en la portada del libro que estoy leyendo " Los Taliban ", se quedo muy serio , señalo la cubierta del libro y desabrochandose la camisa me mostro una cicatriz que partia de la garganta y terminaba en el estomago, medio en ingles, panchibiri, y algo de español, me dijo que la herida se la hicieron los talibanes, haciendome el gesto de agarrar un sable y cortarme, repito se puso muy serio y desvio su mirada , yo le di una palmada en el hombro, guarde silencio solidariamente con este hombre que probablemente tardara mucho tiempo en olvidar el suceso, si es que alguna vez lo consigue, y al rato le pregunte ¿porque?, él con una sonrisa distante, se encogio de hombros.

El septimo de Caballeria acaba de pasar, estaba terminando de escribir esto, sobre las 13:34 horas de hoy 16/07/10, cuando he percibido un ruido ensordecedor que provenia del cielo, son helicopteros militares Macedonios, que siguen ruta hacia las montañas, espero que tengan mucha suerte ya que son los unicos que nos separan de los terroristas.-

Os llevo conmigo a todos

By Budy