jueves, 6 de enero de 2011

Un suceso


Kabul Afganistán, 00:30 horas

Estoy de servicio, hace unos instantes, he escuchado un fuerte ruido, que ni los guardias del recinto ni yo, hemos sabido identificar, en el silencio de la noche, se escucha algún gemido, probablemente emitido por algún animal pequeño, aunque también se escuchan ruidos como de petardos, sea lo que sea, está lejos de aquí , por el momento

De repente se corto la luz, algo que ya es normal en los últimos días, todo se quedo a oscuras, salvo las cámaras, aunque estas, se apagaron a los pocos minutos, llame vía radio a uno de los guardias, para que conectase el generador.
Al ver que tardaba, volví a llamar al guardia, y este me dijo que no funcionaba, salí al exterior, estuve mirando la tremenda maquina, y solo acerté, a girar una llave, sin resultado alguno.

Entre de nuevo, todo seguía a oscuras aunque seguramente sería por poco tiempo, hacia mucho frio, cuatro o cinco grados bajo cero, me fui a la base, y cogí una linterna, salí de nuevo para ver mejor el generador y tratar de arrancarlo, aparentemente no le pasaba nada, solo que no quería funcionar, al igual que la linterna, que eligió el mejor momento para apagarse.

Entre de nuevo y me dispuse a recorrer el perímetro interior, para ver si estaba todo en orden, el silencio que se había hecho desde que se fue la luz, era algo extraño, las caprichosas sombras que la luna proyectaba sobre la edificación, no contribuían especialmente para tranquilizarme, máxime, cuando días antes había oído que los Talibanes habían atacado una Embajada de noche, y antes de entrar habían cortado los circuitos eléctricos de todo el edificio.

No había nada, no pasaba nada, solo que no había luz, pero el silencio, ese extraño silencio, no sé muy bien que podía presagiar, el frio aumentaba, y me resistía a entrar al calor del control, preferí quedarme fuera, expectante, mirando a todo y a ninguna parte.

Salí a la garita exterior, allí estaba el guardia, este, tenía en el suelo, desplegado, el pañuelo que usan para rezar, sin embargo, extrañamente, estaba como yo, expectante, nos miramos sin cruzar ninguna palabra, los dos sabíamos que algo estaba ocurriendo, pero no sabíamos muy bien que.

Entre de nuevo en el recinto y escuche un fuerte portazo, identifique que el ruido provenía del control, saque la pistola, la monté, y me dirigí hacia el control, cuando llegue, mire por los alrededores, no había nadie, la puerta de acceso estaba cerrada, cuando salí, recuerdo que la deje abierta, como casi siempre, tengo esa maldita costumbre.

Abrí la puerta del control despacio, apuntando con la pistola, no había nadie en la habitación, de repente la luz volvió , respire tranquilo , todo volvía a estar en orden, me senté y observe que junto a mi ordenador, sobre la mesa, había un papel , no recordaba haber dejado ningún papel , seguramente seria de algún compañero, que lo habría dejado olvidado, lo cogí, y al momento palidecí,


Rápidamente mire por todos los sitios, Salí al exterior, y allí, vi que el Guardia estaba rezando sobre su improvisada alfombra, no había nada raro, inmediatamente fui a las cámaras, si alguien había entrado o salido del edificio o de su entorno, se habría grabado, al menos desde que volvió la luz, visione la grabación y solo estaba yo saliendo del control y entrando de nuevo aunque, antes vi, como si la grabación se hubiera cortado y reanudado al mismo tiempo.

Cogí el papel y note que lo que había anunciado me era profundamente familiar y cercano, lo doble y me lo guarde en un bolsillo, alguien había dejado un anuncio de un juguete, concretamente de un coche Radio patrulla de la marca Rico, este, fue mi último juguete que allá por 1969, me dejaron los reyes Magos de Oriente.

De repente me acorde de mis Padres, y me di cuenta, cuanto los echaba de menos, recordé una lejana niñez, en la que una pequeña parte aunque importante de mis recuerdos era un juguete, un radio patrulla, que iba con pilas, de las gordas.

Aquellas eran noches mágicas, como lo ha sido, para mí, esta noche y espero que para todos vosotros, claro que los Reyes Magos de Oriente, a mi me quedan mas cerca, sera por eso que la visita ha sido tan fugaz.

By Budy

3 comentarios:

  1. la magia esta en lo que cuentas y como lo cuentas

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  2. Hola... soy Antonio Pampliega, periodista español y amigo de Bea (Madrileños por el Mundo), me voy a ir a vivir en los próximos meses a Kabul y queria preguntarte si conoces algún sitio- o a alguien- para compartir una habitación y los gastos?

    mi mail es tonipampli@hotmail.com

    un abrazo

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  3. Como siempre sigues siendo un krack. Tengo ganas de verte otra vez y darte un fuerte abrazo (sin mariconadas, claro. Soy Juanjo, del X...

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